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Carta a un empresario PyME

Jinetes en la tormenta

Estimado amigo:

Sé por lo que estas pasando en tu empresa y en tu casa. A la mañana, el teléfono empieza a sonar temprano, seguramente es para avisarte que un empleado tiene a la mujer enferma o su hijo no pasó bien la noche. Esto es generalmente antes de la ducha… si tenés jefe de personal te enterás una hora después y si contás con un buen encargado, ya tendrás ese puesto cubierto. Caso contrario… todo te señala como el indicado para cubrirlo.

Camino a la oficina te acordás de la reunión con un potencial cliente que venís organizando hace un año pero durante el día anterior seguramente no tuviste el tiempo necesario para preparar bien el encuentro. Entonces tomas unos folletos, muestras y lista de precios y encarás la tarea en base a tu coraje, valentía y experiencia.

Llegas a la oficina 7.30, como tarde, para la planificación financiera del día. Si contás con algún tipo de herramienta, por ejemplo un buen Cash Flow, te servirá para no estar tan a la deriva en tus decisiones. Otra gran aplicación del Cash Flow es como excelente inhibidor del sueño…

Ya se hicieron las 10 y empezás a aplicar todos tus conocimientos de negociación, convencimiento, cintura, energía física y mental. Pero lamentablemente no es para crecer, vender o producir más sino para ver como cubrís el banco, pagás proveedores, vencimientos impositivos, Ingresos Brutos, IVA, Retenciones, Percepciones, Impuestos a las Ganancias y a la Renta Financiera, y desde ya las moratorias en las que estás metido… tu magia esta a pleno, la adrenalina te corre por el cuerpo, te sentís que podes con todo… ¡pero en el fondo sabés que te estás consumiendo la vida, la salud y tu empresa.

En el medio de todo esto tu teléfono no para de sonar, atendés lo urgente dejando lo importante de lado, tu mail te reclama y haces los mismo… mirás lo urgente y postergás lo importante.

Alrededor de las 14 o 15 horas tenés la situación controlada. Bueno, es una manera de decir, en realidad pasaste otro día, empezás a relevar información, si tenes una mínima estructura te reunís con tus encargados administrativos, comerciales, de compras… y te pones un poco al día de lo que se hizo en tu empresa.

Si no tenés estructura te ponés a comprar, ver cómo están las ventas y vas a ver a algún cliente con sus propios reclamos. No te diste cuenta y ya son las 17… llevás 10 horas dentro de la empresa y todavía te falta hablar con un colaborador con alguna dificultad, ver si se pudo presupuestar un pedido, devolver el llamado del contador, reunirte con tus vendedores para saber qué está pasando en el mercado, contestar los nuevos correos de la tarde , fijarte cómo están tus cuentas corrientes… Se te hicieron las 19… y sí, 12 horas llevás dentro de tu galpón, fábrica, oficina o local… Pero a pesar de todo seguís y seguís… ¡Porque sos un PyME!

Este es un relato exagerado pero no por ello alejado de la realidad de muchos empresario PyME de este país. Los habrá más profesionalizados, los habrá con mayor estructura… Pero esta realidad que viven muchos PymMEs no da otra alternativa que la búsqueda permanente, diaria y programada estratégicamente de las mejoras de procesos y circuitos administrativos, productivos o comerciales o que requiera tu empresa, más allá de las coyunturas económicas
Búsqueda de nuevos mercados internos o externos, acceder a la información en tiempo y forma para la toma de decisiones, contar con los sistemas que permitan disponer de esa información. Capacitar al personal y a vos mismo para reducir el margen de error en cualquier proceso que necesites en tu organización.

Y sobre todo tomar conciencia que solo no podés, que no todo es gasto, que si contás con la información adecuada notarás que ampliar tus segundas líneas te permitirá generar un nuevo enfoque a la organización… y ese enfoque, que no es más que lo que siempre quisiste de tu empresa, la “visión”, te traerá mayor rentabilidad, mejores proyecciones a mediano plazo y una perspectiva a largo plazo de cómo vas ir llevando tu idea/empresa hacia adelante, dejando la incertidumbre y el estancamiento de lado.

Especialmente sentir que dejás algo en los que te rodean, dentro y fuera de la empresa, es lo mínimo que merecés por tu esfuerzo desmedido de llevar una idea/empresa adelante en un país que no siempre premia el esfuerzo y la inversión de tu dinero, tu tiempo, tu salud y tu riesgo.

¡Saludos!

Licenciado Ricardo Piaggio
Asociado a Consultora BLZ

PD: “Las oportunidades no pasan, las creas”