La Justicia que viene a proclamar Jesús, en este Evangelio que venimos desgranando, –corresponde al de Mateo, capítulo 5, versículos 20 al 26– nos habla de una justicia superadora, que no es la de los hombres. Una justicia al modo humano, la justicia de Jesús es nueva y absolutamente distinta.
Al punto tal que cuando vengas a llevar las ofrendas al altar si tenés algo en contra de tu hermano, dejá las ofrendas a un costado, reconciliate con tu hermano, y después sí presentá las ofrendas.
Lo que el Señor quiere no son ofrendas sino un corazón nuevo. Esa es la Justicia que el Señor Jesús viene a traer, a inaugurar, a proponer. Una Justicia no al modo del hombre, de la Ley del Talión, sino la misericordia. Poner nuestro corazón al lado de la miseria del otro.
Mientras no hayamos entendido esto no hemos comprendido nada de la Justicia que Jesús viene a traer.
Que la Virgen Santísima de Luján nos ayude a comprender cuál es la verdadera misericordia que su hijo Jesús quiere para nosotros.
Que Ella te bendiga.