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La piedra

Durante mucho tiempo este elemento natural fue considerado como primordial en las civilizaciones. De hecho hay una era histórica que se llama De Piedra. Es cuando el hombre comienza a manejarse con sus manos, a tallar este elemento y con él construye su vivienda, a modo de cuevas, que en muchos casos son naturales y en otros acondicionadas por el hombre. Y hay muchos utensilios de este material.

A lo largo de la historia la piedra ha tenido muchos sentidos en nuestra cultura, desde utilizarlas por su peso y dureza para construir fortalezas, hacerlas de piedras y unirlas, hasta las famosas ruedas de molino que eran de este material y por su peso molían todo grano que se le ponía debajo.

La piedra ha tenido siempre un sentido e incluso en nuestra cultura los montículos de piedra no son sino memoria de que algo ha acontecido en ese lugar, y son lugares sagrados para nuestros hermanos originarios.

La piedra también es citada por Jesús en el Evangelio en diversos lugares y el mas conocido es el que dice que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, porque una de las penas que había en la Antigüedad, en la época de Jesús, era dilapidar a una persona: tirarle piedras hasta que quedara tapada a modo de lápida, tirarle piedras hasta que se la sepulte. Por eso Jesús dice que el que esté libre de pecado tire la primera piedra, entonces hasta los más ancianos se fueron y terminaron solo la mujer y El, y nadie le hizo nada.

Como sea, la piedra tiene mucho que ver con nuestra cultura cristiana a punto tal que Jesús elige este elemento para llamar a quien va a ser el que nuclee en la unidad a todo el colegio de los apóstoles. Le dirá desde ahora tu nombre es Simón Pedro, desde ahora serás la piedra, y sobre esta piedra voy a edificar mi Iglesia. Dice “mi Iglesia”, mi lugar de culto, de alabanza, de encuentro, y esto está afirmado y asentado no sobre cualquier cosa, sino sobre piedra.

Hoy 29 celebramos San Pedro y San Pablo. La fiesta del Papa, es el día del Santo Padre. Saludamos desde estas líneas y con corazón filial a Francisco, que hoy en la caridad preside a toda la Iglesia, a todo el pueblo santo de Dios.

Quiera la Virgen Santísima de Luján conservarlo en fortaleza para que guíe al todo el pueblo de Dios adonde Jesús quiere llevarlo, y que a nosotros nos de corazones de hijos para estar atentos a la voz del Pastor.