Celebramos hoy, martes 16 de julio, la Fiesta de Nuestra Señora del Carmen. Por eso nuestro saludo a todas las que llevan este nombre, y a todos los que llevan el nombre de Carmelo. A todos la bendición de Dios en este día de la Virgen.
Estamos invitados a reflexionar el Evangelio de San Mateo, capítulo 12 versículos 46 al 50, donde nos muestra Jesús –que está haciendo su misión– y mientras hablaba se le acercan y le dicen: Están tu Madre y tus hermanos, afuera, que quieren verte. Y Jesús pregunta: ¿Quiénes son mi Madre y mis hermanos? Mi Madre y mis hermanos son todos aquellos que escuchan la palabra de Dios y la practican. Todo el que hace la voluntad de mi Padre, que está en el Cielo, ese es mi hermano, ese es mi hermana, esa es mi Madre.
A primera vista es como poner en su lugar a la Virgen, como si no tuviera tanta consideración, pero al contrario: Después de Jesús la que más ha cumplido la voluntad del Padre de los Cielos es la Virgen Santísima. Como decíamos días atrás, María es más feliz por haber concebido a Jesús en su corazón que de sus entrañas.
Y a esto estamos invitados. Somos hermanos, hermanas, la madre de Jesús, si en primer lugar escuchamos y hacemos la voluntad del Padre que está en los Cielos. Esa es mi madre, ese es mi hermano, esa es mi hermana. Esta es la enseñanza de Jesús.
No en vano a diario decimos hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Que este pedido del Padrenuestro, que hacemos cotidianamente, se haga carne entre nosotros para poder aspirar a ser hermanos de Jesús.
Que la Virgen Santísima, en este caso Nuestra Señora del Carmen, te acompañe, proteja y bendiga, y nos regale a todos un corazón cada vez mas amante de la voluntad del Padre.