Inicio Semillas de vida Estén preparados

Estén preparados

Llegamos a este domingo 11 de agosto, donde la liturgia nos ofrece una riqueza muy bella. La primera lectura del Libro de la Sabiduría, la segunda lectura de la Carta a los Hebreos, y el Evangelio capítulo 12 versículos 35 a 40.

Nos encontramos en esta liturgia con una hemosisima imagen y definición de la Fe. La Fe –dice el autor de la Carta a los Hebreos— es la garantía de los bienes que se esperan, la plena certeza de las realidades que no se ven. Y una de las cosas que no sabemos es lo que acontece más allá de nuestra propia muerte. La Fe nos enseña que después de nuestra propia muerte acontece lo que se llama El Juicio Privado, y luego viene lo que se conoce como las postrimerías, el Juicio Personal lo que conlleva el purgatorio, el Cielo o la no presencia de Dios, lo que llamamos el infierno. Hasta el juicio la universal, el juicio final , cuando Cristo venga en poder t en gloria para entregar toda la creación a los pies de Dios nuestro Padre.

Por eso el Evangelio de San Lucas Jesús dice ustedes también estén preparados porque el Hijo del hombre llegará en la hora menos pensada. No sabemos el día y la hora en que Jesús va a llegar, y esto nos debe hacer vivir con el santo temor de Dios, no querer ofender a Dios, tener la delicadeza de agradarle siempre. Lo mismo que acontece con las personas que nos relacionamos. No tenemos miedo a que algo le caiga mal, sino que deseamos agradarle. Eso nos compromete a ser delicados, a un llamado telefónico, a un saludo afable, a preocuparnos por su salud. Lo mismo que acontece con las relaciones humanas pasa con Dios, que no está dominado por el miedo sino por el santo Temor. Y hablando del final de los tiempos mucho más porque no sabemos ni el día la hora.

Quiera la Virgen de Luján a todos hacernos ser cómo las vírgenes prudentes, que tenían aceite en sus lámparas para velar la llegada de Cristo, y aceite suficiente cuando llegue para velar y entrar juntos en el banquete de las Bodas Eternas.

Que la Virgen de Luján nos bendiga y nos acompañe en este domingo. Solos, con amigos o en familia pero siempre con María para gloria de Jesús.