Durante varios días, a partir de hoy, lunes 26, vamos a reflexionar el Evangelio de San Mateo, en el que Jesús tiene una larga discusión con los escribas y los fariseos.
Pero antes debemos saludar a los que llevan el nombre de Ceferino, ya que hoy conmemoramos al beato Ceferino Namuncurá, beatificado hace poco tiempo, indiecito educado entre los salesianos y muerto y certificado –después de su muerte– que ha vivido las virtudes cristianas, lo que lo llevó a ser beato camino a la glorificación para convertirse en otro de nuestros santos argentinos.
Pero decíamos que hoy comenzamos una serie de Evangelios donde Jesús discute con escribas y fariseos. Siempre comienza con la exclamación “Ay de ustedes”, poniendo a ellos, a este grupo, a diferencia del resto que los escucha, que son sus discípulos, y fundamentalmente de El mismo.
Porque Jesús va a buscar, y lo veremos en todos estos Evangelios, la pureza de corazón, de intencionalidad, no solamente el cumplimiento de lo exterior. Hoy que está tan de moda esta espiritualidad del “cumpli-miento”, es decir cumplo y luego miento, Jesús busca la pureza de nuestros corazones.
Desde este lunes 26 estamos invitados a reflexionar el Evangelio de San Mateo del capítulo 23, esta situación de los fariseos y de los escribas.
Quiera la Virgen de Luján acompañarnos en estos días para hacer un pequeño examen de conciencia mirando nuestras vidas.
Nuestras actitudes, algunas veces, ¿no serán de los fariseos? ¿De los escribas? ¿No serán hipócritas?
Que la Virgen de Luján nos acompañe a este examen de conciencia.