Nos ubicamos en el Evangelio de Lucas, capítulo 6 versículos 12 al 19 donde se nos descubre otro aspecto de Jesús importante: la elección de los 12 discípulos, que lo van a seguir más de cerca. Es la primera vez que el Evangelio de Lucas da el nombre de los discípulos de Jesús, los doce apóstoles, incluyendo a Judas Iscariote, el que lo va a entregar.
Pero quiero detenerme en lo previo a esta decisión. El Evangelio comienza diciendo: “En esos días, Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos”.
Este texto tan bonito nos ubica a Jesús, que ante una decisión importante lo primero que hace es ponerse en oración. Jesús se pone en oración. Y es tras esa oración –que es de gran parte de la jornada al caer el sol y toda la noche–, que recién al amanecer se vuelve a reunir con los suyos y ahí elige a los 12 apóstoles.
Cómo cambiaría nuestra vida si ante decisiones importantes o cotidianas no actuáramos solamente con impulso sino habiendo rezado y preguntado ¿esto es voluntad de Dios? Tal vez en nuestra vida muchas cosas tendrían otra solución, como reflexionábamos días atrás.
SI bien hemos echado las redes durante toda la noche, en tu nombre volveré a echar las redes.
Es decir, así como Jesús antes de tomar una decisión se pone en oración por largo tiempo, es bueno que en nuestra vida también la oración ocupe un lugar importante antes de las decisiones.
Que María la Virgen Santísima de Lujan nos dé un corazón orante.