Fecha de importancia la de hoy, 11 de septiembre, que tradicionalmente celebramos la vocación docente. Feliz día a aquellos que hacen de su vida un servicio en la educación, tanto sea en nivel inicial, primario, secundario o Universitario, en el orden privado o público, incluyendo a los jubilados y a aquellos que están en preparación para serlo.
Es bueno que todos los que somos docentes nos miremos en Jesús divino maestro, porque somos bendecidos en llevar en nuestras vidas el nombre que Jesús quiso llevar mientras vivió.
Ese nombre era el de Maestro, así que feliz día a aquellos que prestan este valiosísimo servicio, que en un Estado nunca es un gasto. En una familia nunca es un gasto, en una persona nunca es un gasto. Siempre es una inversión la Educación. Que ella sea un derecho garantizado en cantidad y en calidad para quienes la deben recibir y quienes la deben ofrecer.
Y hablando de Educación, en el Evangelio de Lucas capítulo 6 del versículo 20 al 26, Jesús nos da una gran enseñanza cómo Maestro que es. Una de las más bellas hojas de ruta del cristiano, o el decálogo del buen cristiano, que son las Bienaventuranzas.
Llama por adelantado «felices los pobres, felices los que lloran, los que trabajan por la paz, los que son perseguidos», una serie de felicidades que da Jesús si es que nos animamos a vivir su estilo de vida. Como adelantándonos y así mismo es como termina: “Ay de ustedes cuando todos los elogian. Ay de ustedes cuando todos los consideren”, porque así trataban a los falsos profetas.
Es decir que Jesús dice que viviendo las Bienaventuranzas e intentando vivir su espíritu, radicalmente, vamos a encontramos con algún tipo de dificultad.
Quiera la Virgen Santísima de Luján por un lado enamorarnos de esta hoja de ruta y por otra parte animarnos a vivir las Bienaventuranzas en su espíritu.