El Evangelio de hoy, de San Lucas, capítulo 6, nos habla y nos plantea si puede un ciego guiar a otro ciego. Dice Jesús en el Evangelio, primero quita tu molestia en el ojo, de esa manera podrás ver y a otros entonces guiar. Cuando saques la viga de tu ojo y puedas ver podrás guiar a tu hermano.
Hoy por hoy no hay tal vez ese tipo de cegueras físicas pero hay demasiada ceguera espiritual, o lo que es peor un subjetivismo moral donde pareciera que todo está bien, y ese subjetivismo hace que también sea un modo de ceguera. Y además se confunde bueno con malo, malo con bueno, y eso es otro modo de ceguera.
Lo malo es cuando a esto no sólo lo vivimos y practicamos sino que lo enseñamos, cuando lo damos por sentado y así vivimos.
Es muy cierto aquello que dice que si no vivimos cómo pensamos terminamos pensando como vivimos. Y ahí es cuando se complica, cuando el subjetivismo moral se hace absolutamente profundo y un modo de vida.
Quiera Dios librarnos de las cegueras espirituales y morales, y que nos animemos a tener una mirada limpia, para caminar así en nuestra vida y poder guiar a otros. Que así sea.