Hoy martes 24 de septiembre celebramos a Nuestra Señora de las Mercedes, patrona de la Arquidiócesis de Mercedes – Luján, de la Prelatura de Dean Funes, de la Diócesis de Chascomús, y también patrona del Ejército Argentino. Nuestra Señora de las Mercedes, a quien Belgrano la hiciera Generala del Ejército, y tantos próceres nuestros han rezado delante de su imagen.
Nuestra Señora de las Mercedes, que nos remonta esta aparición de la Virgen a San Pedro Nolasco, que le hace entrega del escapulario, la banda que se coloca desde la cabeza y cuelga a ambos lados en pecho y espalda, como signo de la protección de la Santísima Virgen.
La Virgen de las Mercedes, que tiene una especial preponderancia en esta Arquidiócesis de Mercedes – Luján, por eso saludamos a todos aquellos que leen este diario que se edita en Mercedes. Saludamos a todos los mercedinos y quiera Dios que vuelvan tiempos en que en todos los pueblos y ciudades de nuestro país el día del patrono religioso sea feriado, para que esto facilite la participación en el culto y en las iglesias. Pero lamentablemente por una ley surgida años atrás es feriado el día civil o el patrono religioso. O a veces ninguno de los dos.
Pero más allá de todo esto, estamos invitados a reflexionar hoy el Evangelio de San Juan, capítulo 19 versículos 25 al 27, donde se nos invita a retrotraernos al Viernes Santo, donde se relata que junto a la Cruz de Jesús estaba su Madre, María. Porque esta es la función de María Santísima, en cualquiera de sus advocaciones (Fátima, Lourdes, San Nicolás, el nombre que sea), su función es dar a luz al Verbo en Belén y dar a luz la redención al pie de la Cruz.
¡Qué vacías son nuestras cruces cuando no está Jesús! Son dos palos cruzados.
Con Cristo nuestras numerosas y pesadas cruces tienen verdadero valor y sentido.
¡Y qué solas están nuestras cruces, si al pie de ellas no está María Santísima!
Quiera Dios que nos demos cuenta de que la Virgen está presta a nuestro lado. Especialmente en los momentos de mayor turbación, aflicción, dificultad y dolor, porque este es el rol que le ha dado Dios Nuestro Padre.
Que la Virgen Santísima esté a nuestro lado, que la descubramos y que descubramos su amor y su ternura de Madre.