El Evangelio de Lucas capítulo 9 versículos 46 al 50, de este lunes 30 de septiembre –que celebramos a San Gerónimo, a quien se le atribuye la traducción de la Sagrada Escritura– nos relata una enseñanza de Jesús donde preguntado El por qué es el más grande, toma a un niño y lo coloca en medio de ellos y les dice el que recibe a este niño en mi nombre me recibe a mí, y el que o rechaza a mí me rechaza, porque el mas pequeño de ustedes, este es el más grande.
Si queremos realmente ser grandes delante del Señor, debemos hacernos niños. Esto significa tener la actitud que tiene el niño, que es de confianza ciega en la cercanía de su padre, saberse necesitado, necesita que se le de alimento el niño, que lo bañen, lo cambien, lo acompañen a dormir, necesita que cuando se despierte haya una mirada cercana. Necesita cuando llega a su casa encontrar un rostro conocido.
Hoy muchas madres y padres trabajan, pero qué bueno es que haya alguien que lo reciba cuando llegan de la escuela, la casa de los amigos, o donde esté, el niño necesita de afectos que lo rodean.
Hay que saberse necesitados del afecto y la atención en lo cotidiano, no somos autosuficientes y prescindentes de cosas exteriores. Cuanto más necesitados somos, más niños somos, más estamos en sintonía con lo que el Señor Jesús pretende
Que seamos adultos en nuestra Fe, pero que esta sea como la de los niños: absolutamente confiada.
Que la Virgen de Lujan nos acompañe, y que tengamos una buena semana en su presencia.
