«Una vez más» u «otra oportunidad» es lo que parecería nos plantea el Evangelio de San Lucas capítulo 13 versículos 1 al 9, en este sábado 26 de octubre.
Jesús a partir de una parábola nos quiere dar una enseñanza. La parábola de la higuera infértil. Un señor va a ver una higuera, que no había dado frutos, y da la orden a su empleado de que la corte. Pero el empleado le pide un tiempo para remover la tierra a ver si da fruto, a lo que el señor le dice que puede ser que dé frutos en adelante pero que de otra manera la corte. Es decir, da una oportunidad más.
Como bien dice en la Sagrada Escritura el profeta Isaías, no quebrará la caña doblada ni apagará la mecha humeante. Aunque pareciera que estamos a veces secos, adormilados, tal vez nos haga falta que alguien nos remueva la tierra, nos llene otra vez de agua, nos de la vitalidad para poder dar buenos frutos.
Y esto no es sino vivir en la Gracia de Dios. Así como dice el precepto de la filosofía que de la nada nada procede, si no estamos en gracia con Dios nada bueno podemos hacer. Podemos hacer cosas que aparentemente sean buenas a los ojos de los hombres, pero imagínense hacerlas en Gracia de Dios. Aunque esto no nos garantiza el éxito sino el menor margen de error y saber que hemos puesto lo mejor de nosotros mismos.
Y este mensaje es para todos, como anuncian los ángeles en Belén: Paz a los hombres de buena voluntad. Que tengamos esta voluntad buena de dejarnos llenar por Dios Espíritu Santo para podar las ramas que no dan frutos en nuestra vida, que no nos dejan estar ligeros de equipaje. Pero hay que remover, aunque sea doloroso, esos terrones de tierra dura, infértil, para que nuevamente entre el agua, de la gracia, que nos revitalice.
Que en este sábado que la Iglesia dedica a la memoria de la Virgen, esta nos ayude a todos a remover en nuestra vida aquello que no es de Dios, que no da fruto, y que entonces demos fruto, y fruto en abundancia.
