El Evangelio de hoy viernes es de Lucas capítulo 21 versículos 29 al 33, donde Jesús nos invita, invita a quienes lo escuchan en ese momento y parte de una experiencia, cuando vemos que va floreciendo la higuera y vemos que sus brotes comienzan a despertar sabemos que el verano es cercano. Dice Jesús “cuando ustedes vean que acontece todo esto” (es decir, todo lo que ha ido relatando anteriormente y hemos ido reflexionando en la semana) “sepan que el Reino está cerca”. Y “sepamos con certeza”, dice Jesús.
Muchas veces podemos creer que la enseñanza de Jesús es algo así como un cuento de hadas, como un cuento para niños. Hace poco se ha dado a conocer una encuesta donde se hablaba de diversas divinidades, entonces por ejemplo Jesús como tal ocupa el primer lugar, pero en segundo lugar está Dios y en un cuarto o quinto lugar estaba el Espíritu Santo. El desconocimiento que hay en nuestro pueblo es alarmante. Porque cuando se dice Jesús se dice Dios. No es Jesús un buen muchacho, una buena persona que nos trae reglas morales y éticas sino que nos trae un estilo de vida y la misma vida. Jesús es Dios.
Pero hasta que no pensemos y creamos esto, podemos creer que es un cuento, o para una élite.
Por eso Jesús dice “todo va a pasar, pero mi Palabra va a permanecer”. “Mi palabra no va a pasar”.
Todo lo que vemos tiene una fecha de vencimiento, pero “mi Palabra no pasará”.
La promesa del Señor de estar con nosotros hasta el fin del tiempo y de que El va a reinar, eso se va a cumplir. “Cielo y Tierra van a pasar, pero mi Palabra no va a pasar”. Así terminan los evangelios de esta semana, ya dándonos paso al santo tiempo del Adviento.
Que la Virgen Santísima de Luján nos ayude a tener un oído atento para recibir la Palabra del Señor que permanece para siempre.