Hay momento en la vida y tal vez en el año como este en el que promediando nuestras actividades pareciera que nos estamos quedando sin fuerzas, que estamos cansados. Puede ser alguna situación personal de vida que nos haga sentir así, o por diversos motivos. Por nuestro trabajo, por nuestra falta de trabajo, alguna incertidumbre, inquietud o enfermedad.
Y por esto en el Evangelio de hoy de Mateo, capítulo 11 versículos 28 al 30, Jesús nos invita: “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, que yo los aliviaré”, dice.0
Una indicación clara y concisa a nosotros, que por diversas circunstancias podemos sentirnos afligidos o agobiados. Por nuestra cotidianeidad, el fin de año, alguna enfermedad, sea lo que fuese que nos haga estar cansados, para nosotros precisamente es esta invitación.
Más que nada en este santo tiempo del Adviento, tiempo de recogimiento y de ir preparándonos para la Navidad.
Es bueno acercarnos con nuestros agobios, nuestros sinsabores, nuestras preguntas sin respuestas, porque El alivia.
El nos puede ayudar a levantar, solo nos hace falta un poco de Fe.
Que en esto nos acompañe la Virgen Santísima de Luján.