Inicio Ambiente Incertidumbre y frustración en el décimo día de la COP25

Incertidumbre y frustración en el décimo día de la COP25

Bolsonaro cuestionó a la activista adolescente Greta Thunberg

Cerca del final de la Conferencia sobre Cambio Climático que se está realizando en Madrid, COP25, a la que asistieron más de 190 países, se ha informado que hasta ahora no han logrado llegar a acuerdos concretos, especialmente sobre los compromisos preconcebidos en el Acuerdo de París firmado por la mayoría de los gobiernos en el 2015.

La COP25 ha encallado en el desarrollo del artículo 6 del Acuerdo de París, es decir, en los sistemas por los que se intercambian unidades o derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2) entre países y entre empresas. Y, según alertaban algunos negociadores el martes recién pasado, se corre el riesgo de que de nuevo se posponga el desarrollo de este punto otro año ante la imposibilidad de poner de acuerdo a los casi 200 países que participan en la cumbre.

A pesar de que esta COP, la número 25 que se celebra desde 1995, es de transición, tenía dos objetivos: uno político —lograr que los países se comprometan a presentar planes de recorte de emisiones más ambiciosos— y otro técnico, esto es, culminar el desarrollo del Acuerdo de París con, entre otros asuntos, la regulación de ese artículo 6. En transacciones monetarias con las emisiones de gases de efecto invernadero.

El debate se centra en las conocidas como unidades de reducción de emisiones en el Protocolo de Kioto. Con aquel pacto —que data de 1997 y será sustituido por el Acuerdo de París a partir de 2020— se creó el comercio de derechos de emisiones a través del intercambio de unidades entre países y entre empresas. Esas unidades hacen referencia a los ahorros de CO2 que determinados proyectos logran.

Por ejemplo, un plan de reforestación de un bosque que actúa como sumidero contribuye a que no se emita una cantidad concreta de CO2. Ese ahorro se certifica y se cuantifica en toneladas de dióxido de carbono y un país —o una empresa— pueden adquirir las unidades para cumplir con sus compromisos de recorte de gases.

Son muchas las variables que se están barajando en el desarrollo de la cumbre. Justo el miércoles recién pasado se inició en Bruselas el Nuevo Pacto Verde Europeo. Allí se reúne una comisión de países, con el objetivo de plasmar un compromiso con el cambio climático y tiene como objetivo que Europa sea el primer continente en alcanzar la neutralidad en carbono para el 2050. Esto trasunta la posibilidad de hacer imposible un acuerdo global.

Por otra parte, manifestantes en las calles de Madrid han dicho que “esta Cumbre es una farsa”. En otro cartel que portaban los manifestantes se leía: “El Capitalismo mata el Planeta”.

Para dar un espaldarazo a las negociaciones y volver a lanzar un contundente mensaje a favor de la acción frente a la crisis climática, está previsto que regrese a Madrid en los próximos días el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Sin embargo, se comenta que no será hasta el próximo año cuando los países tengan que fijar en forma oficial y vinculante sus nuevos y más ambiciosos compromisos– las llamadas Contribuciones Nacionales Determinadas.

Esos son los deberes que si deberán llevar hechos a la COP26, que se realizará en la ciudad escocesa de Glasgow.

Dentro de las celebridades asistentes a la cumbre se encuentra la activista adolescente Greta Thunberg, elegida en esta ocasión la “Persona del año”, por la Revista Time, convirtiéndose además en la persona más joven de la historia en recibir esa distinción, con apenas 16 años.

La revista añadió que Greta “se ha convertido en la mayor voz sobre el mayor problema al que enfrenta al planeta”. Y es “el ícono de un cambio generacional”.

Este miércoles, la activista dio un discurso en la Cumbre del Clima en Madrid, donde denunció un “engaño” de los Gobiernos y las empresas sobre las medidas y los objetivos para reducir las emisiones de gases y limitar el aumento de las temperaturas. “El peligro real es cuando los políticos y directores generales hacen que parezca que hay una acción real, cuando en realidad no se está haciendo casi nada más allá de un reporte inteligente y unas relaciones públicas creativas. Esto no es liderar, es engañar”, lamentó.

La nota de color la puso el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que trató este martes de “mocosa” a Greta Thunberg, luego de que la joven activista sueca denunciara el asesinato de dos indígenas en la Amazonía y lo vinculara a la deforestación ilegal.

Cuando Greta dio detalles de por qué habían muertos los indígenas, adujo que “murieron porque estaban defendiendo la Amazonía”. Bolsonaro ironizó desde Brasilia que “es impresionante que la prensa le de espacio a una mocosa como ella, una mocosa”.

Se espera para el viernes el documento oficial con los acuerdos de la cumbre.