En Mercedes hay más de sesenta cuidadores domiciliarios capacitados por el Ministerio de Desarrollo Social que se dedican a la atención y asistencia de adultos mayores en sus actividades diarias. Su labor permite que las personas mayores vivan con más autonomía y puedan permanecer en sus hogares.
Ante el COVID19 deben extremar las medidas sanitarias de prevención para evitar poner en riesgo a la población más vulnerable.
Miguel Bartolomeo es cuidador domiciliario desde hace más de cinco años y cuenta que debe estar muy atento a cumplir con los protocolos sanitarios “cambiarse la ropa y el calzado cuando se ingresa al domicilio, no compartir el mate o utensilios, respetar la distancia, utilizar barbijo y alcohol en forma permanente. Es importante recordarles a los adultos mayores -siempre de manera respetuosa-, las medidas de higiene acompañándolos en todo lo que necesiten”.
Las personas de más de 60 años pertenecen a la población de riesgo y en muchos casos presentan afecciones médicas subyacentes como hipertensión arterial, problemas cardíacos o diabetes, por lo tanto tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave.
“Ventilar los ambientes y desinfectar las superficies que se usan con frecuencia además de los objetos como llaves, bolsos y celular. Al toser o estornudar hacerlo sobre el pliegue del codo o utilizar pañuelos descartables. Lavarse bien las manos hasta las muñecas, la cara con agua y
jabón y usar guantes en el caso que haya que vestir o levantar a la persona”, agrega.
Su prioridad es fortalecer la relación con la persona que cuida “es imposible no crear un vínculo con cada uno. Eso me ayuda a entenderlos, a conocer sus gustos y su historia. Cada vez que me cuentan sobre sus experiencias de vida vuelven a ser jóvenes. Es muy importante escucharlos. Para mí no es un trabajo es una vocación”, señala.
En el 2015 el Ministerio de Desarrollo Social capacitó como cuidadores domiciliarios a sesenta y dos personas de la ciudad y alrededores. “Descubrí una afición que no sabía que tenía. Me cambió la vida. Me permitió aprender sobre las distintas enfermedades de la vejez y la importancia de reconocerlos como personas. Hoy tengo más herramientas para atenderlos pero
sin duda brindarles cariño es el mejor remedio”, relata Miguel.
Esta labor posibilita acompañar a los adultos mayores en sus actividades cotidianas, ayudarlos con su alimentación y en la prevención de accidentes. Bajo supervisión e indicación profesional pueden administrar medicación al tiempo que ofrecen compañía. Como está considerado entre los trabajos esenciales se enmarca en las excepciones al aislamiento social, preventivo y obligatorio, contempladas en el artículo 6, inciso 5 del Decreto N° 297/2020 por lo cual deberá tener en su poder una declaración jurada a fin de ser presentada ante la autoridad competente.