Inicio Cultura Estirpe Mercedina volvió a escena en la Peña del Día del Trabajador

Estirpe Mercedina volvió a escena en la Peña del Día del Trabajador

Luego de 5 años sin presentarse en vivo, Estirpe Mercedina volvió a subirse a un escenario este domingo primero de mayo en la Peña Solidaria del Día del Trabajador que se llevó adelante en la Plaza San José, desde las 13.00 horas, y que congregó a una gran cantidad de público, con la idea de colaborar con las familias que son asistidas por Cáritas y en el marco de las fiestas patronales de la Parroquia San José Obrero.

Estirpe Mercedina es un trío de folclore integrado por Oscar Rossello en guitarra y voz, Damián Isnardi en bombo, y Miguel Rodella en bandoneón, que tuvo a su cargo el cierre de la peña, pero recibieron un escenario caliente en la fría tarde a la que el sol le puso brillo y el resto lo hicieron los músicos y bailarines que fueron parte del espectáculo.

Abrió la jornada –que se desarrolló tras la misa en el día del patrono, y contando con el atrio como escenario y el Pasaje Antonelli como pista de baile– la cantante y compositora Marilina Erramuspe, quien está pronta a lanzar su primer material discográfico, el 11 de junio próximo en la sala del Teatro Argentino Julio César Gioscio y con artistas invitados.

Luego fue el turno del ballet «Almas de Mi Pueblo», dirigido por Ariel Chirino. Se trata de un grupo que está dando clases en el salón parroquial de la capilla y presentó danzas por parte de su cuerpo de niños, adolescentes y adultos. Además invitaron a bailar a todos los presentes en una suerte de clase abierta, y muchos se sumaron.

A continuación con un cuadro que sintetiza la trayectoria de 19 años ininterrumpidos del ballet, denominado «Magia», parte de los integrantes del ballet «Santa Cecilia«, dirigido por Romina Bufager, también se sumaron a la peña.

La actividad contó con la locución de Luciano Andújar y el cierre sería con Estirpe Mercedina, para el deleite de todos los presentes, que ya a esa altura de la tarde habían perdido toda timidez e invadían la calle convertida en pista de baile. Tras poco más de 45 minutos de canciones la fiesta llegaba a su fin pero en el aire quedaba flotando la idea de convertir esta cita en una tradición anual, algo que los organizadores y el padre Hernán López, cura párroco de San José Obrero, al igual que los artistas participantes, ven con buenos ojos.