Nos vamos acercando a la Fiesta Solemne de Pentecostés, con la antesala de la Fiesta de Solemne de la Ascensión, que es el próximo domingo. Y ya Jesús comienza con las despedidas.
Es el sexto domingo de la Pascua. Volvemos al retablo de la Ultima Cena y Jesús comienza a dar las últimas instrucciones, vuelve a hacer los últimos recordatorios. Me voy a ir pero volveré, Es necesario que me vaya para que venga el Espíritu Santo, y sigue dándonos regalos. Dice Jesús: “Les dejo la paz y les doy mi paz”… “Pero no como la del mundo”, agrega algún Evangelio. El mundo nos da una paz transitoria, absolutamente pasajera, a la que podríamos llamar “una paz de plástico”. Una paz que es ausencia de guerra y nos habla más de silencio de cementerio que de otra cosa
La paz que nos trae Jesús no viene exenta muchas veces de lágrimas, de preguntas, o de dificultades.
Y, dice Jesús, “les voy a anunciando todo esto que irá pasando, para que cuando pase crean”. Es decir que nos va anunciando que se va a ir, que vendrá el Espíritu Santo y lo va anunciando para que cuando pase nuestra fe en lugar de decaer crezca más. Ya no será su presencia física la que veremos sino la del Espíritu Santo viviendo en cada uno de nosotros. Y corremos con la ventaja de la Eucaristía, porque en cada hostia consagrada, cada vez que visitamos algún templo allí está presente con su cuerpo, sangre, alma y divinidad.
Y lo más rico de este Evangelio de este sexto domingo de Pascua es les dejo mi paz, les doy mi paz. Nos va anunciando y comienza como a preparar, a ir dando las despedidas. Se irá por un tiempo pero es necesario que El se vaya para que venga el Paráclito y nos recuerde todo, y poder hacer real eso que hará El en la Ultima Cena: quedarse para siempre en el Santo Sacramento de la Eucaristía y en el Santo Sacramento del Orden Sagrado.
Quiera la Virgen Santísima de Luján regalarnos esa mirada trascendente para que, a pesar de las lágrimas, de las dificultades y los zarandeaos que nos da la vida podamos tener siempre paz, y esa paz llevárnosla a reafirmarnos más en la Fe.
Buen y bendecido domingo en familia y con amigos. La Virgen de Luján te acompañe.