Cuenta regresiva, pero ¿qué contamos y por qué? Deberíamos hacer como si esto fuera una gran rotonda. Cuando uno llega a ella hay un signo indicador de marcha. Pues bien, los tiempos litúrgicos son como una gran rotonda, ciclos que se van dividiendo. Estamos en la cuenta regresiva de llegar al final de la Pascua. Pentecostés, precisamente, señala el final del tiempo de la Pascua.
El domingo celebraremos Pentecostés, el lunes Santa María Madre de Dios, y luego retomamos la rotonda, ese tiempo litúrgico, el tiempo que llamamos ordinario. Que continuará hasta finales de noviembre, cuando lleguemos al Adviento y recomencemos el ciclo, con Navidad… Luego interrumpimos el tiempo unos días –que será ordinario por una semana–, y así sucesivamente: Cuaresma, Pascua, Pentecostés y renovamos el ciclo.
Estamos en cuenta regresiva del tiempo del tiempo pascual, preparándonos a la venida del Espíritu Santo con sus 7 sagrados dones, que vienen a regalársenos a nuestra alma, pero luego para dar los frutos.
Pero de eso ya vamos a poder hablar en detalle. Lo importante es saber que estamos finalizando el santo tiempo de la Pascua con Pentecostés.
Y en todo esto nos acompaña la Virgen Santísima. La Virgen María que desde Luján nos dice Argentina, canta y camina, y como Madre de la Iglesia sostiene a su pueblo.
Que vayamos preparando y calentando el corazón en estos días de frío para que se inflame con el fuego del Espíritu Santo en el próximo Pentecostés.
Que la Virgen de Luján te bendiga.