Frente a la multitud hambrienta que seguía a Jesús y que no tenía donde comprar alimentos para seguir acompañándolo, escuchándolo y nutriéndose, los apóstoles preguntan qué hacer, y Jesús les pide que les den de comer, que se hagan cargo.
Muchas veces nosotros queremos que el Señor haga lo que nosotros tenemos que hacer, entonces le pedimos que se abran las fábricas, que haya trabajo y otras cosas. Podemos y debemos pedir, pero también nosotros debemos poner de lo nuestro para que esa fábrica se abra, ese trabajo se de y sea bien remunerado, para que la educación sea dada y sea bien paga, para que la salud llegue a todos, acá que en esta Patria bendita del trigo y del pan, en esta tierra bendita, que el pan esté en todas y cada una de las mesas.
Esto no es tarea de Dios sino de cada uno de nosotros. “Denle ustedes de comer, háganse cargo”.
Este hacerse cargo es la responsabilidad que nos da el Señor en esta Solemnidad de Corpus Christi. Hoy celebramos la fiesta del Santísimo Cuerpo y Sangre de Jesús, que en realidad tiene su propio día el Jueves Santo, pero que en medio de tanta celebración de la Semana Santa puede pasarnos desapercibido.
Por eso la Iglesia, que es Madre y que es Maestra, nos invita a dedicarle un día en particular, que es este domingo. Hoy domingo 23 es la Solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Jesús.
Estamos invitados a escuchar este pedido de Jesús: “Háganse cargo. Denle ustedes de comer”.
Quiera Dios que seamos capaces de hacernos cargo de esta porción de pueblo, de Iglesia, de barrio, de familia, de persona que me es encomendada y a quien debo darle de comer no solamente el pan material sino el pan espiritual.
Hacerme cargo. “Háganse cargo ustedes, denles de comer”.
Que en esta tarea la Virgen Santísima nos acompañe.