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Radrizzani ordenó sacerdote a Diego Zacca

En el mes diciembre había sido ordenado diácono, el día 7, en la Basílica de Luján. Este sábado 17, en la localidad de Alberti, fue ordenado sacerdote por parte de Agustín Radrizzani. De esta manera, Diego Zacca se suma al orden sacerdotal en la Arquidiócesis Mercedes – Luján.

La ceremonia de ordenación presidida por Radrizzani se llevó adelante en la parroquia Nuestra Señora del Rosario, de la localidad bonaerense de Alberti.

El templo parroquial se colmó de fieles que acompañaron a Diego en el comienzo de su ministerio, para el que eligió el lema “Permanezcan en mi amor”. Familiares, amigos, sacerdotes y seminaristas de la arquidiócesis asistieron a este momento de Gracia para la Iglesia que peregrina en Mercedes – Luján.

“Se trata de un día de profunda alegría”, reconoció monseñor Radrizzani al comienzo de su homilía, y citando el Evangelio de Juan, expresó: “No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los he elegido a ustedes, y les he destinado para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca…”.

“Qué contundentes las palabras del Señor que nos recuerda Juan”, consideró. “No las debemos olvidar nunca, tanto los jóvenes como aquellos que ya llevamos muchos años en el servicio sacerdotal”, afirmó.

Dirigiéndose al nuevo sacerdote, Radrizzani expresó: “Tu vida parecería que sigue igual, pero hoy cambia todo totalmente. Eres elegido y amado por Dios. Esta será tu luz a lo largo de todo tu peregrinar. Él te ama, te fortalece”.

«Por favor, nunca dejes de vivir y meditar este primer amor que te acompañará hasta el cielo donde veremos a Jesús cara a cara”, animó el arzobispo y añadió: “No olvides sus enseñanzas. No las olvides cada vez que seas ministro de su Palabra, toda vez que celebres la Eucaristía y los demás sacramentos y en cada oportunidad que, conducido por el Espíritu Santo, ayudes a cultivar en tus hermanos y hermanas su propia vocación según el Evangelio”.

“Recordá Diego que nunca estarás solo en tu labor, sino que te encontrarás sostenido por la virtud todopoderosa de Dios. Creyendo en Cristo, que te llamó a participar de su sacerdocio, entregate con toda confianza a su ministerio. Él sabrá cómo hacer crecer tu caridad”, aseguró, resaltando a su vez “el apoyo de tus buenos padres y tus hermanos. Donde nació una vocación, esta seguirá dando frutos acompañada por esa misma familia”.