Mercedes: Una ciudad singular
Luis Aros Peralta
Cuando me convocaron para escribir sobre mis pareceres sobre la ciudad de Mercedes, no dudé un instante en aceptar la propuesta. Fue una de esas decisiones o compromisos que uno asume sin pensar cuando anda volando bajo y sin dimensionar la empresa en la que se está metiendo.
El convite se produjo en el contexto del aniversario del portal NOTICIASMERCEDINAS.COM; de manera que de antemano no había forma de decir que no. Más aún, cuando se trata del aniversario de un medio que marca agenda en la ciudad con vocación de radar y ojos de búho.
Adentrándome en el tema, se podría decir que Mercedes es todavía una de esas ciudades en la que cualquiera de sus habitantes al caminar sus calles, sienta la sensación de pertenencia.
No existe la marea humana sonámbula, que satura los sentidos hasta hacer perder la mismidad, como le sucede al habitante urbano de la gran ciudad, en la que ya no ha quedado espacio para la charla placentera y la amistad.
Después se me ocurre decir que Mercedes es una ciudad geográficamente estratégica, está cerca de todos lados. En setenta y cinco minutos se puede llegar a Plaza de Mayo. Basta andar otros cien kilómetros y se llega al gran Paraná; no se necesita andar demasiado para pasar un fin de semana de pesca, o concurrir a ver jugar a su equipo favorito.
Esta es una ciudad privilegiada en el aspecto comunicacional, cuenta con alrededor de 20 radios, medios gráficos –diarios y semanarios– además de canales de televisión, por lo que la posibilidad de poder expresarse es siempre posible, cuestión de capital importancia en tiempos en que la sociedad civil reclama y ejerce espacios de participación ciudadana, cuyas iniciativas a veces superan las acciones de gobierno.
Esta es una ciudad privilegiada en el aspecto comunicacional, cuenta con alrededor de 20 radios, medios gráficos –diarios y semanarios– además de canales de televisión, por lo que la posibilidad de poder expresarse es siempre posible, cuestión de capital importancia en tiempos en que la sociedad civil reclama y ejerce espacios de participación ciudadana, cuyas iniciativas a veces superan las acciones de gobierno.
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La tan declamada “libertad de expresión”, resulta una entelequia en tanto los ciudadanos no ejerzan la acción concreta de expresarse, más aún, si se tienen los canales por donde hacerlo.
Como muestra de lo anterior, podemos mencionar la polémica que se ha desatado por estos días en la ciudad a propósito de la implementación del estacionamiento. Cuestión que movilizó a los comerciantes por considerar que es una medida inconsulta y sorprendente, que no ha dado muestras de mejorar nada, que los perjudica, y argumentan que su único objetivo es recaudar. Se dice también que su implementación va a convertir a Mercedes en una ciudad fantasma. La polémica ha sido altamente divulgada gracias a los medios de comunicación.
Se dijo también en este contexto que haciendo uso del más elemental sentido común las autoridades de la comuna podrían haber implementado un sistema de cuidadores de autos por cuadra, debidamente identificados, convirtiendo a Mercedes en una ciudad más amable. Cuidadores que podrían orientar a los visitantes, especialmente a los que vienen por primera vez, cuestión imposible de pedirle a las máquinas que se utilizan para el funcionamiento del sistema.
En el aspecto sociocultural un rasgo sobresaliente en el mercedino nativo es su apego al deber ser, en cuyo cometido invierte buena parte de su energía y en principio se manifiestan renuentes con los recién llegados, pero a poco andar se muestran como lo que verdaderamente son: gente amable.
En lo personal no puedo dejar de referirme a la controversia que hemos mantenido los vecinos de La Florida –grupo al que pertenezco– con el Gobierno Municipal, por la problemática de la basura y por el basural a cielo abierto que han mantenido por más de 20 años en nuestro barrio. Es de público conocimiento que tuvimos que recurrir a la justicia como única manera de que la comuna reconozca nuestros derechos.
Después de un largo litigio conseguimos que la justicia nos diera la razón en primera instancia. Esto nos trajo el consuelo y la sensación de sentirnos amparados por la Ley. Además resultó ser una ocasión propicia para avisarle al Ejecutivo Municipal que debe cumplir con la legislación sobre temas ambientales.
Si se me ha invitado a hablar sobre Mercedes, no puedo dejar afuera esta cuestión que hace a la identidad misma de ciudad, por la que tanto hemos luchado, bajo el convencimiento pleno de que la solución de esta problemática hace al bienestar general de los mercedinos.
Por último, todo conglomerado urbano convive inserto dentro de un proceso en evolución constante y perfectible, con características singulares e identidades particulares, y Mercedes no escapa a la regla. De modo que sus habitantes y quienes los gobiernan son los que convierten a cada ciudad en la resultante de sus acciones.
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