Comisión de Vecinos contra el peaje: 19 años de lucha

Marcelo Suárez

Me siento orgulloso de haber participado de uno de los movimientos populares de la ciudad de Mercedes más trascendentes de los últimos tiempos. Me refiero a la lucha contra el Peaje que nos impusieron dentro del partido a metros del arroyo Balta.

Casi al principio de los noventa mediante el decreto inconstitucional 823/89 y con la presidencia de Carlos Menem, se puso en marcha un proceso de privatización en rutas nacionales ideado por el ministro de Obras Publicas José Dromi y su secretario Rodolfo Barra.

El precio y la metodología de poner barreras de peajes en todas las rutas nacionales, construidas por Vialidad Nacional, fueron claramente abusivos, antieconómicos y anticonstitucionales, ya que no permitía tener un camino alternativo.

Esto hizo que la primera rebelión fuera corporativa. Los camioneros bloquearon en varios lugares del país las cabinas de peaje como en Cañuelas y Gorostiaga. Cabe recordar, en aquel entonces para la tarifa 1 se cobraba en la ruta 5 en Olivera (km84) y en Gorostiaga (Km. 146) cobraban un costo de 6 $/USA o de 20 litros de gasoil. La protesta con corte de ruta incluida, derivó en el levantamiento de las barreras y un reacomodamiento de parte de las concesiones que poca gente recuerda.

El ministro Cavallo entonces se apropia del 100% de las rentas generales a los combustibles y pone un peaje equivalente a 1$/U$A cada 100 Km. de ruta concesionada. En la ruta 5 se saca la cabina de Gorostiaga, se promete la repavimentación total de la ruta y su señalización, hacer una autovía entre Mercedes y Luján y considerando un promedio arbitrario de distancias se pone el precio de 3,10$/U$A, lo que equivalía a 10 litros de gasoil.

Este precio también fue un disparate económico contra los usuarios en general, pero por sobre todo para el trasporte de cargas y pasajeros. Como es de imaginar trajo consecuencias negativas para Mercedes. El trasporte se encareció, las industrias y empresas importantes se negaban radicarse por el costo abusivo del peaje (Brahma y Cartocor, por ejemplo) y los usuarios en general pagaban por apenas unos kilómetros una tarifa sin tener un camino alternativo.

La protesta tardó en madurar. Sucedió exactamente en junio de 1995, donde espontáneamente cientos de mercedinos se convocaron pacíficamente y a marcha lenta hasta las cabinas de peaje. “No se queje si no se queja”, fue el lema. Pero no fue fácil. En principio teníamos en contra al gobierno, al intendente Gioscio y su representante Benítez que boicoteaban todo intento de eliminación de las cabinas de Peaje. Por el otro lado, apoyaban muchos vecinos, todo el arco político opositor, el comercio y el trasporte de cargas. Así creamos la Comisión de Vecinos contra el Peaje que luego de realizar en una primera etapa cinco movilizaciones logramos que junto con la Cámara Económica de Mercedes y la Intendencia negociáramos un acuerdo con el gobierno.

El acuerdo incluía el levantamiento de penas contra los camioneros que cortaron la ruta, el no pago de los habitantes de Goldney, que se empezara construir una autovía entre Luján y Mercedes y el pago “sólo para mercedinos” de 1,80 $ por medio de tickets, que previamente se debían comprar en la Cámara Económica o en el peaje.

Quiero destacar que en todo momento y por años siempre fuimos acompañados por todo el periodismo de Mercedes, que siempre nos apoyó y alentó en nuestro reclamo, instalando en las tapas de los diarios, periódicos, en las radios y en la televisión siempre el tema.

La segunda tanda de protestas contra el peaje y a mi entender la más traumática, ocurrió cuando la empresa Nuevas Rutas quiso romper el convenio con la excusa de limitarnos los tickets a 8.000 pasantes/mes. Volvimos con las movilizaciones a marcha lenta, pero vigilados por cientos de efectivos policiales que trataban de impedirlo o desviaban el tránsito para dejarnos solos. Instalamos por nuestra cuenta un camino alternativo por el “camino de las tropas” o por el viejo puente del arroyo Balta. Lo señalizamos con tanto éxito que gran parte de los usuarios lo cruzaban diariamente. A pedido de la empresa el Intendente Gioscio puso un cartel sobre la ruta 42 donde se advertía que estaba prohibido eludir el peaje y que la empresa estaba autorizada a cobrarlo. El cartel duró sólo unos días porque fue cortado con motosierra. Bloqueamos en protesta la inauguración de la planta de autos Sal-Lari, se hicieron miles de folletos e hicimos una caravana de todo el corredor de la ruta 5, quemamos simbólicamente una cabina de peaje de madera y la aplastamos con una grúa. A consecuencia de la marcha lenta, se congestionaba el tránsito y al llegar a la cabina no abonaban.

Muchos boicoteaban las cabinas pagando siempre con billetes grandes y otros simplemente se “chupaban” atrás de otro auto.

Al final la empresa no aguantó la presión y se rehízo un nuevo convenio con Nuevas Rutas, esta vez con la implementación de nuevos ticket ilimitados a un precio más bajo de 1,50$. Así en poco tiempo llegamos a los 20.000 pasantes mensuales, solo en categoría uno, pero también tenían una rebaja considerable los transportistas.

Pasaron los gobiernos y los años. Por un tiempo todo funcionó normalmente hasta que pararon la Autopista. Las máquinas las fueron sacando poco a poco y despidieron al personal, muchos de ellos mercedinos. Los que viajábamos sufríamos los trastornos de desvíos y atrasos por la falta de trabajos. Hasta que abandonaron todo.

Volvimos a la ruta, más movilizaciones y nuevas negociaciones. Empezaron las audiencias públicas en el Concejo Deliberante y con intervención del actual intendente Selva (que en ese entonces estaba en la misma línea del gobierno) que se ofreció como mediador, se consiguió la reanudación de las obras, una nueva entrada para Mercedes, un camino transversal por debajo del puente que cruza el ferrocarril Belgrano, más puentes peatonales y hasta la promesa de la iluminación sobre la ruta 41. También el pago de simbólico de 0,25 $ por pasante con una oblea identificatoria.

La Comisión de Vecinos contra el Peaje continúa hasta el día de hoy reclamando por las rutas, pertenece al Comité de defensa del Usuario Vial y a la Unión de Usuarios Viales, se hicieron actos como el de la torta gigante “festejando” los 18 años de promesas de una autopista, la entrega de volantes en el peaje o reuniones con el gobierno.

Hoy ya no pagamos peaje. Sólo nos identificamos con la oblea.

Pero aún observamos las demoras en el tramo de Jáuregui-Luján y el empalme con autopista del Oeste. Estamos reclamando por el transporte de cargas de mercedinos a los que hoy le cobran.

Nos llenaron de promesas todos estos años. Lo mismo ha ocurrido con la ruta 41 que en su momento logramos su repavimentación y señalización, pero que hoy está nuevamente destruida. Estamos decididos a volver si es necesario. Con nuestros hijos o con nuestro nietos. Hasta que entienda algún gobierno que las rutas nacionales deben ser libres de peajes, que se deben hacer autopistas con los impuestos que nos cobran a los combustibles, que se deben reconvertir las cabinas de peaje en espacios públicos de recreación, enfermería y seguridad vial, pero no de cobro de una tarifa que ya pagamos.
Pero por sobre todo la posibilidad de entrar, transitar y salir de cualquier parte de nuestro territorio argentino, sin aduanas interiores como lo dice nuestra Constitución Nacional.

 

 

 

* Los comentarios serán moderados y su permanencia depende de su contenido. 

 



Marcelo Suárez es un vecino de la ciudad que se cansó de ser de los que se callan y decidió movilizarse y reclamar. Es uno de los fundadores de la Comisión de Vecinos y ha tenido incluso participación política como candidato a concejal.

También tiene inquietudes comunicacionales y es parte de audiciones radiales como conductor.

Escriben:
Claudio Guevara
Luis Aros Peralta
Juan Guinot
Carlos Selva
Susana Spano
Marcelo Suárez
Maximiliano Chisnerman
Eduardo De Pedro
Juan Dagnino
Josefina Iglesias Berrondo
Cristian Falabella
Lucas Fal

INDICE