Estamos prontos a finalizar el año civil 2019. Lo que conocemos como Nochevieja, y para esta la Iglesia que celebra a San Sivestre Papa, famoso por la maratón que se corre en varias ciudades, pero nosotros volvemos al Evangelio.
Y la liturgia nos invita a retomar el texto de Juan capítulo 1, porque a una Nochevieja se nos propone una Palabra Nueva, la que se hace Carne y pone su morada entre nosotros. Juan capítulo 1 versículos 1 al 18. Lo hemos reflexionado la semana pasada pero tiene una vuelta de rosca.
El final del año nos lleva a balances y acciones de gracias. Finalizamos el 2019, a las puertas del 2020. No solamente cambio de año sino cambio de década. Hay algo para evaluar, por eso por lo bueno que hemos vivido en el año y en la década dar gracias. Y por lo malo también dar gracias porque seguramente alguna enseñanza ha dejado.
Como dice Facundo Cabral, “vinimos al mundo desnudos lo que significa que esta remera y estas alpargatas que te visten ya son ganancia”.
Qué bueno es reconciliarnos con nosotros mismos, con los demás, con Dios. Los creyentes lo llamamos Dios, pero podés llamarle Universo, Energía… reconciliarse con el Todo, parte de uno mismo. Y ese Todo se hace presente cuando vos te ves reflejado en otro.
Dejamos una carilla en blanco para 2020, donde podemos escribir historias maravillosas. Dios, nuestro Señor, nos invita en esta Nochevieja, con su Palabra Nueva, a hacerle lugar a El para que ponga su morada entre nosotros. Entonces el 2020 será realmente bueno, porque nos hemos predispuesto bien y estaremos contando con su bendición.
Animémonos a poner nuestras tinajas, como en las bodas de Caná, repletas hasta el borde.
Y quienes no sean creyentes, la buena voluntad. Con la buena voluntad y el agua, Jesús transforma agua en vino bueno que se derrama para nuestra familia, para nuestras ciudades, nuestra patria Argentina que ha puesto muchas esperanzas en estos nuevos tiempos.
Que estemos todos a la altura, siendo verdaderamente solidarios, poniendo de lo nuestro, porque cando un hermano nuestro que está al lado carece de lo necesario para vivir no somos dignos de decirnos “feliz año nuevo”.
Que seamos corresponsables de la felicidad del otro. Por la sencilla razón de que todo hombre es mi hermano.
Que con estos sentimientos de Nochevieja pero de Palabra Nueva podamos decirnos Feliz Año Nuevo. Feliz Década Nueva. Venturoso 2020.