Rodrigo Latella
es un joven emprendedor que en tiempos en que muchos negocios cierran sus persianas sacudidos por la actual crisis o no saben cómo vender sus productos en el nuevo contexto que impuso la pandemia, con sus restricciones, pondrá su negocio en marcha en el centro de la ciudad la semana próxima y piensa regalarle un pollo a cada uno de sus primeros 100 clientes. Butchery, carnicería gourmet abrirá sus puertas en 26 entre 25 y 27 el martes 2 de junio.
Según cuenta, la idea del local en Mercedes surgió en noviembre. “Yo tenía muchas ganas de poner un negocio así, vi ese local en noviembre cuando fue la Fiesta de la Tradición en Mercedes, y así fue que tomé la decisión y tras alquilarlo lo hicimos todo a nuevo: pisos, paredes, todo lo que ahora tiene. Se atrasó el tema un poco por los papeles y por eso inauguramos ahora”, dice.
“Elegí este espacio porque me gustó mucho. Lo vi y durante 15 días seguidos estuve viendo cómo pasaba la gente por aquí, miré mucho la competencia y dentro de lo que analicé vi que había oportunidad. Sé que ofrezco algo nuevo que no hay, organizado, limpio, bien presentado y a un precio competitivo, económico, con ofertas constantes. Mi idea es sortear un televisor o mercadería del propio negocio todos los meses”, agrega el emprendedor.
A Latella le gustan mucho los caballos. “Mi familia nada que ver, yo quería un caballo y mi viejo me dijo que si lo quería tenía que aprender a cuidarlo. El me regaló mi primer caballo y arranqué a trabajar a dos cuadras de mi casa, en una carnicería en capital. Fui empleado de carnicería, luego armé un reparto de carne y después surgió poner un negocio. A los 20 años agarré una carnicería fundida, la levanté y la fui pagando por mes. Me fue muy bien pero luego la vendí y me quería ir de capital. La idea mía siempre fue venir a Mercedes y por eso alquilé a mis 23 años, y aquí estoy”, narra el comerciante, quien ya hizo migas con sus colegas de la zona. Santiago, del supermercado; la dueña de Kevingston; Gabriel, de Restart… Las chicas de la lencería «Emotiva» y la señora de Arte Vian. “Son todos unos genios, buena gente”, dice y se reconoce bien recibido en esta nueva empresa por sus vecinos del centro.
Y su historia comercial, si bien breve es intensa y tiene su atractivo. Tras trabajar para levantar un negocio en capital durante años, sin feriados ni vacaciones, y luego de tener un relativo éxito, y llegar a contar con 10 empleados, Rodrigo decidió dejar ese ritmo agotador. “Yo voté a Macri pero nos arruinó. Yo con mil kilos de carne pagaba el alquiler, la luz y las expensas, pero en la época de Macri no llegaba ni a cubrir el alquiler. Eso me fue desganando y un día conversando con mi viejo surgió la posibilidad de hacer raíces aquí, entonces publiqué la carnicería un lunes en Mercado Libre y a los 4 días la había vendido”, cuenta Latella, quien ama los caballos y la naturaleza, y vive en Altamira.
La semana próxima, pondrá en marcha Butchery, carnicería gourmet.