Las cifras de infectados por covid-19 sigue aumentando en muchos países de Latinoamérica. Por ello, algunos especialistas han considerado integrar objetivos nutricionales dentro de su tratamiento con la finalidad de evitar deshidratación, pérdida de peso y proteger el sistema inmune de los pacientes.
En México, el coordinador de la licenciatura en Nutrición de la Universidad del Valle de México (UNAM), Salgado Martínez, mencionó la importancia de los nutrientes para recuperar tejidos y optimizar el sistema inmunológico. Pues, las vitaminas ayudan a la formación de células de la sangre, tejidos, hormonas, material genético y demás funciones del organismo. Sin embargo, no es la única investigación que ha evaluado este tema.
Un estudio argentino también investiga si las vitaminas sirven para combatir el coronavirus, concretamente la vitamina D. En Mendoza y Buenos aires, un grupo de médicos y científicos desarrollaron un trabajo denominado “Ensayo controlado con vitamina D en altas dosis placebo para prevenir las complicaciones evolutivas de pacientes infectados por covid-19”.
La hipótesis del proyecto menciona que “si se le dan altas dosis de vitamina D durante un tiempo a la gente que está en un estadío intermedio de la enfermedad -no la que está muy grave-, hará que el paciente evolucione en forma positiva, que no se agrave y se reduzcan las chances de ir a una terapia intensiva y ocupar un respirador.
Es muy factible que pueda evitar que los enfermos lleguen a un estado terminal, donde no es posible rescatarlo. Para nosotros, ese resultado sería fantástico. Como por ahora no tenemos una vacuna, debemos buscar elementos que sean accesibles y económicos. No nos metimos con algo muy sofisticado. Es algo que se conoce desde hace décadas, y además, es muy barato. Pero, por supuesto, no se trata de una vacuna ni de un tratamiento, es un coadyuvante”, sostienen.
Los especialistas mencionan que la vitamina D protege contra enfermedades respiratorias. En este caso, el problema más grave en los pacientes covid-19 es la acción inflamatoria aguda; lo cual ocasiona que sean asistidos técnicamente para poder respirar. Por tanto, esperan frenar esa “tormenta inflamatoria”, como le llaman, proporcionándoles un recurso que les permita generar una respuesta antiinflamatoria: la vitamina D en altas dosis.
El estudio se levará a cabo sobre 1260 pacientes covid-19 positivos recientes, internados y con manifestaciones moderadas de la enfermedad, mayores de 65 años o con algún factor de riesgo.
Se aplicará una única dosis oral de 500.000 unidades. La mitad recibirá la dosis de vitamina D y la otra un placebo. Los primeros resultados estarán disponibles en 60 días. “Una intervención que, de este modo, no presenta riesgos”, recalca Felipe Inserra, uno de los responsables del trabajo, ex presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) y asesor de la Vicerrectoría Académica de la Universidad Maimónides de Buenos Aires.