Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son patologías complejas que afectan aproximadamente al 15 por ciento de la población a nivel mundial, de los cuales el 90 por ciento corresponde a mujeres, según informó el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, dado que este 2 de junio fue el Día Mundial de la Acción por los TCA.
Los TCA se ubican como la tercera enfermedad crónica, después de la obesidad y el asma, y cabe destacar que se presenta principalmente en los adolescentes.
“En estos tiempos de pandemia se incrementó el número de consultas por los TCA, patologías que comparten como denominador común el excesivo temor hacia la forma y el peso corporal”, sentencia la licenciada en nutrición, Nancy Calcagno Francione (MP 1184) desde el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
Agrega: “los pacientes pueden desarrollar hábitos de alimentación irregulares, presentándose signos y síntomas de malnutrición y desnutrición, que pueden llegar a poner en riesgo la vida o dejar secuelas psicofísicas permanentes”.
Los síntomas que acompañan a todos los TCA son: conductas obsesivas, temor a ser juzgados por su imagen corporal, sentimientos de culpa, pérdida de control, irritabilidad y alteración del estado de ánimo.
El desarrollo de los TCA, obedece principalmente a la falta de consulta por parte de los padres a los profesionales de la salud, esperando que la situación se autoregule o adjudicando los comportamientos como cambios propios y transitorios de la adolescencia.
Además, existe una vulnerabilidad genética hacia los TCA, que puede manifestarse ante factores precipitantes como: disfunción familiar, crisis personales, realización de dietas muy restrictivas y factores socioculturales, entre otros. Puntualmente “la pandemia se ha transformado en un caldo de cultivo propicio para desarrollar un TCA”, alerta Calcagno Francione.
Y sostiene que “el confinamiento obligatorio produjo la pérdida de rutinas y las nuevas condiciones de convivencia desregularon los hábitos familiares, la realización de actividad física y/o las actividades placenteras”.
La alcohorexia, la anorexia nerviosa (AN), ortorexia; el descontrol alimentario, la bulimia nerviosa y la vigorexia entre otras patologías complejas “siempre deben ser tratadas por equipos interdiscipliarios, donde el área clínica, psicológica y nutricional interactúen, en un diálogo común, acordando criterios de intervención que se refuercen desde cada área, manteniendo en su quehacer, la especificidad de cada disciplina”, finaliza la profesional.
Breve descripción de algunas patologías de TCA
Alcohorexia
Un trastorno alimentario que se presenta con mayor frecuencia es la alcohorexia, que es cuando se suma la restricción alimentaria y el exceso del consumo de alcohol.
Especialmente se restringe la alimentación el día previo a la salida para “tener la panza chata”, y de este modo poder permitirse el ingreso de calorías en forma de alcohol, ya que las han ahorrado durante el día. Son los llamados atracones líquidos. El efecto nocivo del alcohol en estado de ayuno o semiayuno, sumada a la restricción alimentaria prolongada, origina una severa intoxicación y graves daños a la salud.
Anorexia nerviosa (AN)
La anorexia nerviosa (AN) se presenta especialmente en niños y adolescentes. Los pacientes presentan: rechazo a la alimentación, gran preocupación por el peso corporal, hiper selectividad en los alimentos y exacerbado interés por la información nutricional.
Al comienzo, el cambio en la alimentación es voluntario, y deja de serlo cuando la AN avanza, tomando “vida propia”.
Ortorexia
Los pacientes que sufren ortorexia son aquellos que profundizan las restricciones y los pensamientos obsesivos en torno a la alimentación hasta dar lugar a una hiperselección de alimentos, que generalmente comienza con la exclusión de carnes, azúcar, harinas, extendiéndose progresivamente a todos aquellos alimentos que contengan colorantes, conservantes, sal, azúcares, grasas y otros componentes artificiales considerados dañinos. Se instalan reglas rígidas y específicas hasta alcanzar una extrema selectividad de alimentos.
Descontrol alimentario
En el caso del trastorno por atracón, o descontrol alimentario como se lo re categorizó, la conducta recurrente es la sobrealimentación, atracones acompañados de intensas sensaciones de descontrol, voracidad extrema, mezclas de todo tipo de alimentos.
Bulimia nerviosa
Los vómitos autoinducidos y/o el uso de laxantes continuados al atracón, son comportamientos característicos de la Bulimia nerviosa, como mecanismos compensatorios para evitar el aumento de peso, con las consecuentes complicaciones: dolor de garganta, tumefacción de glándulas salívales, deterioro dentario, dispepsia, pirosis, reflujo, esofagitis, y los desequilibrios hidroelectrolíticos.
Vigorexia
En la vigorexia, la obsesión está especialmente focalizada en las formas corporales, y se confunden los pensamientos entre la necesidad de tener un cuerpo marcado y musculoso, y, a la vez, de muy bajo peso.