Inicio Opinion Bocha Cestari: una maestra en modestia dejó este mundo

Bocha Cestari: una maestra en modestia dejó este mundo

«Bocha» como alumna en 1953, al centro en la foto, 5° año de la Escuela Normal.

Por Mónica Tirone. El pasado 19 de marzo falleció la excelente Profesora Irma Cestari, “Bocha” para todos los que tuvimos la dicha de transitar una parte de nuestro camino junto a ella.

Si hubo una persona maestra en modestia, fue Bocha. Teniendo todas las cualidades para mostrarse orgullosa de conocimiento y de sabiduría, ejerció cada cargo que le cupo en la vida con proverbial humildad, con especial discreción, con envidiable prudencia, con serena templanza, en voz baja pero firme, con una sonrisa dulce y medida.

Ejerció cada cargo que le cupo en la vida con proverbial humildad, con especial discreción, con envidiable prudencia, con serena templanza, en voz baja pero firme, con una sonrisa dulce y medida.

Sus alumnos de Psicología en el 4to. 1era. de la Escuela Normal podíamos cuestionar los contenidos y hasta visitarla en su casa para dialogar abiertamente sobre nuestros pareceres. ¡Atrevida adolescencia del ‘70!

Siempre éramos recibidos con amabilidad y atención. Siempre éramos acogidos con argumentaciones sólidas y con aceptación racional, con comprensión y apertura.

Ya en el Profesorado, su rigor intelectual nos ayudó a crecer como futuros profesionales dentro de esa Historia de la Educación que nos hizo comprender. Sin grandilocuencias y con su ejemplo diario, contribuyó a construir en nosotros algo esencial para ser feliz en el trabajo elegido: la vocación.

Bocha era un espíritu superior, o –al menos– así se comportaba.

Me tocó disfrutar de su compañerismo como colegas en nuestra querida Normal y luego, de su conducción respetuosa, directa, expectante, realista, sensata: mucho decir para un rol directivo.

Hemos sido bendecidos al contar con ella cuando éramos jóvenes y también en los últimos años, cuando la visitábamos con algún dulce casero, que siempre agradecía con esa sencillez y ese asombro que conmovían.

Ha partido una gran docente, pero – sobre todo– una persona íntegra, completa. Persona, con mayúscula. Ha partido silenciosamente, como vivió.


Mónica L. Tirone. DNI 10826989, docente jubilada