El año 1752 figura en el escudo heráldico de la ciudad como fecha oficial de fundación, pero los orígenes de Mercedes datan de 1745 cuando nació como frontera de malones con los pueblos originarios Pampas.
Aires de campo, tranquilidad y extensos caminos verdes interrumpen en la rutina para renovar energías entre sus atractivos destacados. Sus bares de campo, parques e historia hacen posible este regocijo.
Frente a la bonita plaza San Martín, la catedral Nuestra Señora de la Merced con una altura de 70 metros y 6 campanas y el Palacio Municipal, del año 1910, se complementan con confiterías como El Bodegón Oveja Negra -IG:@Oveja_bar-. Se trata de una antiquísima de 1905, originada como caballeriza, transformada en luego almacén de ramos generales y luego en fábrica de quesos. Sus muebles y estanterías originales trasladan a las y los comensales a comienzos del siglo pasado.
“Nuestro menú tiene cincuenta platos de elaboración propia y la estrella es la Milanesa Bodegón. Contamos con barman que prepara los tragos de autor Oveja Negra y la cerveza mercedina Birmania”, detalló su encargado Fernando Bustos.
El edificio del Bar La Vieja Esquina -IG:@laviejaesquinabar FB:@laviejaesquinaba-, construído hacia mediados del siglo XIX, es uno de los más añejos del partido. “Viví mucho la época de los almacenes de ramos generales. Hoy en el bar, nuestro fuerte es el salame quintero, el jamón, los quesos y todos los fiambres artesanales de nuestra zona”, manifestó a sus 82 años el italiano Gerónimo “Momo” Raso, dueño del bar.
Sus altos techos, sus pisos viejos y su barra de maderas con un aroma efímero, atrapa las miradas en el tradicional Bar Laurino -IG:@barlaurino FB:@BarLaurino- inaugurado en 1953. “Nuestra historia se disfruta en nuestras mesas con sabrosos desayunos, almuerzos, meriendas y cenas”, afirmó Facundo Bugallo, propietario de este emblemático lugar.
El circuito continúa por el Parque Municipal Independencia, uno de los más grandes de la provincia de Buenos Aires. Con sus 54 hectáreas de extensión y emplazado al margen del río Luján, es perfecto para largas tardes de mates, caminatas y deportes.
La deliciosa gastronomía bonaerense que se puede saborear en antiguos almacenes de ramos generales, abrazados por paisajes de campo, invitan a soñar y relajarse en los pagos de Mercedes.