La Asamblea de Mujeres Mercedinas (AMM) difunde esta semana el caso de Yanina Farías, quien “cuando el viernes 29 de marzo comience en Mercedes el juicio en su contra cumplirá 599 días detenida en prisión preventiva”.
“Está acusada de homicidio agravado por el vínculo, por omisión: por no haber podido cuidar a Xiomara, su nena de 2 años. Para el fiscal Gabriel Lorenzo, Yanina ‘debería haber velado por la integridad física y el debido resguardo de su hija’”. “Enfrenta la pena máxima por no haber hecho más de lo que podía, que era poco y nada”, advierte la Asamblea.
“Yanina vivía con su hermana Mayra en San Miguel y se encargaba de cuidar a los hijos de ambas. A mediados de 2017, la madre le pidió a Yanina que cuidara un terreno de ella en Cuartel V, Moreno. Allá fue con su hija Xiomara y con su hijo Juan Gabriel, que tenía 4. A los pocos días de haberse mudado, su madre fue hasta la casilla acompañada de Juan Alfredo Leguizamón. Le explicó a Yanina, que ese hombre se iba a quedar a vivir ahí, para cuidar del lote y de ella, a cambio de comida y techo”.
“A la semana, Yanina empezó a vivir con miedo. Leguizamón la violaba y a ella y a sus hijos, les pegaba. Le molestaba que Yanina jugara con sus hijos, que los besara. Cuando ella quiso pedir ayuda, Leguizamón comenzó a encerrarla. Clavó las ventanas por el lado de afuera, salía y los encerraba con candado. No la dejaba ver a su papá. Comenzó una vida de cautiverio, sin derechos, sometidos al abuso de ese hombre. No vivieron en la misma casa más de veinte días”.
“El 7 de agosto estaba cambiando el pañal de la nena cuando Leguizamón intentó violarla. Yanina se resistió, Xiomara empezó a llorar. El hombre -que se había encargado de decir en todo el barrio que era pareja de Yanina, a pesar de no ser cierto-, empezó a golpear a Xiomara para que se callara. Juan Gabriel intentó defenderlas y también fue golpeado. Cuando Yanina pudo asistir a la nena, se dio cuenta que le costaba respirar y perdía el conocimiento una y otra vez. Leguizamón salió con la nena afuera de la casa gritando ‘perdoname’”.
“La llevaron a una Unidad de Pronta Atención de Moreno y por la gravedad de las lesiones, debieron trasladarla al hospital Garrahan, donde murió la madrugada del 8 de agosto. Tenía hematomas y lesiones en la cabeza, los brazos, el torso, las piernas, la espalda. Nuevas y viejas. La autopsia también indica que había sido violada”.
“Yanina no pudo acompañar a Xiomara al Garrahan, fue detenida y trasladada primero a la comisaría 4ta de Cuartel V y luego a la comisaría de General Rodríguez. El papá de Yanina se enteró porque una vecina lo vio en facebook y llamó desesperado a Mayra. Un día, sin ningún aviso a sus familiares, le dieron traslado a un penal y perdieron el contacto con ella, porque el Juzgado no les informaba dónde estaba. Después de seis meses, Mayra fue a consultar, acompañada por la Red de Mujeres de Moreno, al abogado Alejandro Bois, que redactó un hábeas corpus. Con el papel, fue otra vez al Juzgado: no se lo recibieron, pero le informaron que Yanina estaba detenida en el penal N° 51 de Magdalena. En esos días comenzó a organizarse la Comisión por la libertad de Yanina Farías”.
“Yanina tiene un retraso madurativo. La psicóloga Raquel Disenfeld pudo verla en el penal y realizó un informe psicológico y sobre las violencias físicas y psicológicas que vivió en los diecisiete días que tuvo a Leguizamón en la casa. Vivía con terror, había sido tomada ‘como su esclava en todos los sentidos, dependía del perpetrador estar viva o muerta’, estaba ‘encerrada materialmente y psíquicamente’”.
“Leguizamón está acusado de ‘homicidio simple’. Para la fiscalía no hay dudas de que Leguizamón mató a golpes a Xiomara y advierte en la elevación a juicio al Tribunal Oral Criminal 4 de Mercedes que lea con atención la necropsia, porque Xiomara tiene lesiones con connotación sexual. La carátula, sin embargo, no es femicidio. Sin que la Ley Micaela haya tocado a su puerta ni preguntarse cómo el entramado de violencias afectó la capacidad de actuar de Yanina, el fiscal Lorenzo considera que ella debe tener una pena mayor”.
“Hasta ahora, la actuación de la Justicia Penal en el caso del femicidio de Xiomara y el tratamiento severo y disciplinante a su mamá, Yanina Farías, es lo que se conoce como justicia patriarcal. El viernes 29 de marzo comienza el juicio y el tribunal tiene la oportunidad de escribir una historia distinta para Xiomara y Yanina”, señala la Asamblea de Mujeres y cita como fuente a “Latfem”, periodismo feminista.