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Los riesgos de la depilación definitiva

Los vellos corporales generan diferentes opiniones en las personas, lo cual depende, en gran medida, de su estilo de vida. A mucha gente le genera incomodidad y le resulta antiestético su presencia, por lo cual recurren a distintos métodos para eliminarlos. Las cremas depilatorias descomponen el vello de forma superficial y su aplicación es bastante sencilla, por lo cual es el método más común. No obstante, la depilación definitiva también ha alcanzado gran popularidad.

En los últimos tiempos esta técnica se ha extendido por todas partes e incluso hay centros estéticos o peluquerías que ofrecen realizar este procedimiento. El problema surge con la pregunta de si son o no lugares confiables para practicarse la depilación definitiva.

De acuerdo con la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), la fotodepilación, tanto la que se practica con láser como la que se hace con Luz Pulsada Intensa (IPL), es verdaderamente segura y efectiva siempre y cuando se realice en el ambiente correcto, esto es un consultorio o un centro médico, y por profesionales médicos habilitados.

La entidad ha exhortado a la población a informarse sobre la creciente práctica ilegal por parte de personas no médicas, quienes ofrecen realizar dicho servicio en comercios que nada tienen que ver con el ámbito sanitario, tales como peluquerías, masajistas, cosmetología, etc.

Representantes de la SAD atribuyen esta práctica a la desinformación de los pacientes, la publicidad engañosa y la banalización de estas prácticas. Además, acusan al accionar de personas inescrupulosas al poner en riesgo la salud de la población. Sostienen que estas prácticas ilegales pueden ocasionar daños colaterales irreversibles en la piel.

Según los especialistas, las máquinas son ofrecidas por internet. Las peluquerías las alquilan y las usan por un día. Como no son médicos, no invierten miles de dólares en adquirir equipos especializados. Otras personas compran las máquinas y las llevan en un vehículo por distintas partes para ofrecer el tratamiento a grupos de mujeres.

Los efectos secundarios son muchos. Estos tratamientos —realizados por personas que no son médicos— pueden ocasionar infecciones, despigmentación de la piel, manchas, quemaduras de segundo y tercer grado, entre otros. Además, estas personas lucran a costa de la salud de las personas.

La depilación definitiva es un tratamiento médico, por lo que debe ser realizado por profesionales capacitados. Debe estar respaldado por el Ministerio de Salud. Además, el procedimiento debe ejecutarse en un espacio habilitado por las autoridades municipales y el propio ministerio.

Las advertencias se dan en el marco del aumento de esta técnica en todo el mundo. De acuerdo con la última encuesta realizada en Estados Unidos por la Asociación Americana de Cirugía Plástica (ASAPS), la depilación láser es el tercer tratamiento no invasivo más elegido por hombres y mujeres.

En Argentina el 40 % de las usuarias que se inclinan por usar esta tecnología se encuentra entre los 25 y 34 años, si bien empiezan a probar este método a partir de los 15 años y continúa pasados los 50.