Llevar en brazos a nuestros bebés es parte de la evolución humana. Trasciende la historia, la geografía, la sociedad y la cultura. Los bebés están programados para la interacción social y anhelan conexiones para aprender y crecer. En los primeros meses de vida comienza esa transición suave de la paz y la estabilidad del útero a la vida en el nuevo mundo. Mientras tanto, aprende a sentirse seguro y a ganar confianza en el mundo que lo rodea, un mundo al que eventualmente deberá enfrentar de manera independiente.
Este artículo, junto con la ayuda de Koalita, una empresa líder en la venta de mochilas ergonómicas y equipos para porteo, busca desmentir que el contacto cercano y la crianza receptiva y respetuosa conducen al apego tóxico y la dependencia “hijo – madre” al que nuestra sociedad ha llegado a temer tanto. Todo lo contrario, un vínculo seguro apoyará la inteligencia emocional, el desarrollo motor y neurológico, lo que permitirá que su hijo prospere.
El porteo promueve el apego seguro
Koalita nos explica que importantes investigaciones hechas por el psicólogo Harry Harlow en 1950 sobre la vinculación y el apego, mostraron que estos no dependen de la provisión de alimentos, sino del suministro de contacto amoroso y consuelo emocional.
Los padres que cargan a sus bebés con frecuencia pueden proporcionar períodos prolongados de contacto cercano y, debido a esto, a menudo son más conscientes de las señales sutiles de sus hijos. Esto permite que los padres respondan más rápidamente a las necesidades del niño, lo que a su vez genera confianza tanto en el niño, que siente que hay una respuesta a sus necesidades, como en el padre que se siente más seguro de sus habilidades para cuidar a su bebe.
Llevar al bebé cerca, por ejemplo, en alguno de los fulares fabricados por Koalita, puede ser particularmente útil para promover el vínculo y el apego en circunstancias especiales, como cuando el bebé fue prematuro y estuvo tiempo en cuidados intensivos después del nacimiento o cuando por cualquier motivo hubo separación después del nacimiento. Esto, puede ayudar tanto a los padres como al niño a sentir una fuerte conexión y un sentido de pertenencia.
Esta práctica minimiza el riesgo de depresión posparto
Muchas fuentes citan que una de cada diez mujeres sufre depresión posparto. Sin embargo, estudios recientes aseguran que casi el 60% de las madres se sienten deprimidas después de dar a luz. Los efectos antiestrés de la oxitocina son muy fuertes en respuesta a la estimulación de baja intensidad que ocurre cuando la piel del bebé entra en contacto con la madre mientras descansa. Un fular facilita cargar al bebé por mucho más tiempo y aprovechar este beneficio.
También saber que el bebé se relaja y está más calmado mientras se lo lleva en un fular puede brindarle a un padre cansado y preocupado otra habilidad en su “caja de herramientas para padres” cuando se sienta que ya no puede calmarlo y utilizar ese comodín para tranquilizarlo. Además, Salir de la casa puede resultar menos abrumador con un fular que con un cochecito. Salir y mantener conexiones puede salvar vidas, incluso si en ese momento no te apetece.
Portear a un bebé es la mejor manera que construir lazos profundos y duraderos. Agradecemos a Koalita por ayudarnos a crear esta nota.