En una conferencia realizada esta mañana, referentes locales de Política Obrera, como Walter Altavista y Julio Sena, se unieron para divulgar los motivos detrás de su llamado a votar en blanco en el balotaje. Acompañados por Pablo Busch, miembro de la Dirección Nacional y ex candidato a gobernador por la misma agrupación, expusieron su perspectiva crítica respecto al actual escenario político.
Consultado por este medio, en Plaza San Martín de Mercedes, Pablo Busch declaró que están abordando el proceso electoral «desde la crisis del régimen político», señalando su «quiebre económico sin soluciones para la crisis estatal, económica y social». Criticó la gestión actual, evidenciada por «la desaparición de la fórmula presidencial» de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner y el «fracaso de la coalición que prometía una llegada triunfal a la Casa Rosada».
Busch alertó sobre el mandato que espera al ganador del balotaje, describiéndolo como un «golpe económico» contra la clase obrera, destacando la insostenibilidad del dólar a 365 y las tarifas actuales. Según la perspectiva de Política Obrera, el presente escenario revela un «inmenso operativo de rescate del régimen» en el cual participan diversos sectores.
Busch alertó sobre el mandato que espera al ganador del balotaje, describiéndolo como un «golpe económico» contra la clase obrera, destacando la insostenibilidad del dólar a 365 y las tarifas actuales.
Un aspecto crucial de su posición radica en la crítica a la postura de Sergio Massa respecto a un reciente conflicto internacional. Busch denunció la defensa de Massa a la acción de Israel en detrimento de los derechos humanos, alegando que esta posición compromete la soberanía argentina y demuestra un alineamiento con los intereses del imperialismo mundial.
En cuanto a la estrategia de voto en blanco, Política Obrera sostiene que es una herramienta para «expresar un rechazo conjunto a ambos candidatos, Massa y Milei». Argumentan que este tipo de voto debilitaría al futuro gobierno, dificultándole llevar a cabo el supuesto «golpe de estado económico» que prevén.
En conclusión, Política Obrera aborda el balotaje como un reflejo de la profunda crisis del régimen político y económico, proponiendo el voto en blanco como una forma de resistencia contra propuestas que consideran perjudiciales para la clase trabajadora.
