Como parte del protocolo para probar su efectividad, se aplicó en 29 pacientes bonaerenses. Algunos estaban en terapia intensiva y, tras recibirlo, mejoraron muy rápido y hasta fueron dados de alta. Historias esperanzadoras en primera persona.
Veintiséis de un total de 29 pacientes bonaerenses con coronavirus evolucionan favorablemente gracias al plasma de otras personas que se recuperaron de la infección y que donaron ese componente de la sangre, rico en anticuerpos contra el virus pandémico.
Por eso, desde el ministerio de Salud bonaerense insisten en que quienes se recuperaron se comuniquen con la línea gratuita para donar sangre. Se calcula que por cada donación es posible salvar la vida de hasta cuatro personas con COVID-19.
Los casos constituyen un motivo de optimismo para las autoridades sanitarias de la Provincia de Buenos Aires quienes, a partir de la evidencia, insisten especialmente en la necesidad de que quienes superaron la enfermedad donen sangre para obtener plasma, el hemocomponente que podría convertirse en la primera “cura” para la infección que acecha al mundo.
En las últimas semanas, en la Provincia, se corroboró la recuperación completa en dos hombres adultos y notables mejorías en el estado de salud de una niña y de un bebé que aún permanecen internados. De estos cuatro casos, dos son varones de 43 y 40 años de edad que estuvieron internados en la terapia intensiva del hospital de Trauma Federico Abete de Malvinas Argentinas y ya fueron dados de alta. En tanto, los dos pacientes pediátricos tratados con resultados favorables son una niña de 12 años y un bebé recién nacido, ambos internados en el hospital provincial Sor María Ludovica de La Plata.
El director provincial de Hospitales, Juan Riera, detalló que “todos los casos forman parte del Protocolo Provincial de Investigación sobre Plasma de Convalenciente de COVID-19”, dirigido a pacientes COVID-19 positivos de moderados a graves.
“Hasta ahora se aplicó en 29 casos, de los cuales 26 mejoraron notablemente, 8 incluso fueron dados de alta y tres fallecieron. Se presume que las personas que murieron, quienes tenían otras enfermedades de base, ya estaban en una fase muy avanzada de la infección”, explicó Lorena Regairaz, inmunóloga y asesora técnica del Protocolo Provincial. Y aclaró que el plasma no reduce el daño que el virus ya provocó en el organismo “pero sí frena la viremia, es decir, la replicación del virus”.
El plasma se obtiene a partir de una donación de sangre de un paciente recuperado de coronavirus. La extracción y procesamiento está a cargo del Instituto Provincial de Hemoterapia, con sede en La Plata. A la sangre se le realiza un procedimiento llamado “aféresis”, que separa el plasma del resto de los componentes de la sangre. Allí mismo se prepara la unidad requerida y se la envía a los hospitales bonaerenses que lo necesitan.
“Para ser aplicado, el paciente con coronavirus o su familiar más cercano debe firmar un consentimiento informado donde se le explica que es parte de un protocolo, y se les dan precisiones del alcance de esta terapia que aún es novedosa y se está investigando pero que, afortunadamente, comienza a mostrar resultados auspiciosos”, comenta Riera.
Para la donación de sangre, los pacientes de la provincia de Buenos Aires que se hayan recuperado deben comunicarse a la línea gratuita del Cucaiba: 0800-222-0101. Las personas de La Plata pueden dirigirse al Instituto Provincial de Hemoterapia (calle 15 esquina 66) y aquellas que vivan en otros municipios pueden llamar a esa línea para solicitar que personal de ese Centro, dependiente del ministerio de Salud bonaerense, realice el traslado necesario para concretar la donación que es un procedimiento breve, indoloro y cien por ciento seguro.
Cuatro ejemplos, cuatro esperanzas
José Iturbe (43) y Carlos Arapa (40), ambos de Grand Bourg y trabajadores de la construcción estuvieron, hasta hace unos días, internados en la terapia intensiva del hospital de Trauma Federico Abete de Malvinas Argentinas. No se conocían pero ahora saben que los une una historia muy parecida, incluso, los dos confiesan haber creído que “de ésta no salía”. Al parecer, el plasma logró que puedan contarlo.
“Entré al hospital con 40 grados de fiebre y dificultad para respirar, me hicieron los estudios y dio positivo para coronavirus”, cuenta Iturbe. “Como estaba cada vez peor entré a terapia intensiva y me pusieron oxígeno pero no mejoraba, entonces me dijeron de ponerme plasma de una persona que se había recuperado del coronavirus”, cuenta Iturbe y dice que enseguida aceptó y agradece haber tomado esa decisión porque “al otro día me sacaron la cánula y la mascarilla de oxígeno”. Asegura “me salvé gracias al plasma, por eso les pido a todos los que tuvieron coronavirus que donen sangre”. José fue dado de alta el 24 de mayo, tras 16 días de internación.
Carlos Arapa empezó con síntomas leves el 2 de mayo, pero el 11 ya estaba grave: no podía respirar. Ese día lo internaron en terapia intensiva: “Es espantoso, estaba sin fuerza, casi entregado, hasta que un médico me pidió autorización para hacerme el tratamiento con plasma. Obvio que le dije que sí, la recuperación fue rapidísima, al otro día ya estaba con fuerzas”. Pasaron unos días, lo trasladaron a una habitación común y el 22 de mayo le dieron el alta.
El tercer caso esperanzador por su respuesta positiva al tratamiento con plasma corresponde a una niña 12 años de San Bernardo que primero estuvo internada en el hospital de Mar de Ajó.
Desde ese establecimiento fue derivada el pasado 20 de mayo al Ludovica de La Plata con diagnóstico de “abdomen agudo quirúrgico, con antecedentes de cardiopatía congénita cianótica”. No obstante, al día siguiente de su ingreso comienza con fiebre, por lo que se le realiza hisopado y da positivo para COVID-19.
Dado que presentaba una cardiopatía, se consultó con el servicio de Inmunología para que evalúe la viabilidad del tratamiento con plasma. Una vez que se autorizó y la familia estuvo de acuerdo se aplicó y, en pocas horas, la niña presentó “mejoría en el estado general con disminución de la dificultad ventilatoria”. “La niña, en estos momentos, está con oxigenoterapia en descenso, con óxido nítrico en descenso, comiendo y en franca mejoría”, dijo el director ejecutivo del hospital Ludovica, Eduardo Pucci.
El médico también confirmó que se comprobó la eficacia del plasma en un recién nacido, también asistido en ese hospital pediátrico. “El bebé ingresó con cinco días de vida derivado desde el hospital Fiorito de Avellaneda con diagnóstico de COVID-19, presuntamente adquirido por vía vertical, porque su mamá también tiene la enfermedad pero es asintomática”, detalló Pucci.
En este momento, se ilusiona Pucci, “está sin asistencia respiratoria mecánica, con oxigenoterapia en descenso y en franca mejoría”.