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Stealthing: el delito de quitarse el condón

Por Emmanuel Langone.

Es importante comenzar esta columna mencionando que la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional, Sala VII, Buenos Aires, el 29/8/2024, resolvió que incurrió en violación (abuso sexual con acceso carnal) un hombre que, al día siguiente de haber tenido relaciones consentidas, le dijo a la mujer por WhatsApp que en algún momento se había quitado el preservativo. El supuesto «arrepentido» alegó que fue una broma, pero ni la mujer ni la justicia le creyeron.

La víctima declaró que, tras recibir los mensajes, se sintió impactada e indignada y se comunicó con la línea 144, donde le sugirieron hacer la denuncia. Lo hizo, y se activó el protocolo para víctimas de agresiones sexuales.

La mujer señaló que no vio nada porque, durante el acto sexual, el hombre estaba ubicado detrás de ella en una habitación a oscuras. En el examen médico no se detectó semen.

El juez de primera instancia, en una decisión discutible, declaró la falta de mérito. Sin embargo, el fiscal apeló, y la Cámara revocó la falta de mérito, considerando que había pruebas y que el abuso se habría concretado.

El imputado sabía que el encuentro sexual no sería consentido sin el uso de preservativo, ya que la víctima lo había establecido expresamente como condición. A pesar de ello, subrepticiamente se lo quitó

En un fallo notable, la Cámara sostuvo que, si bien la pericia no detectó antígeno prostático específico (fluido seminal), ello no era determinante para acreditar la existencia del hecho, señalando que las muestras fueron tomadas dos días después y que la mujer ya se había higienizado. Además, en línea con la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer y los artículos 6 y 31 de la Ley 26.485, se establecen estándares probatorios que otorgan credibilidad a los dichos de la víctima.

El imputado sabía que el encuentro sexual no sería consentido sin el uso de preservativo, ya que la víctima lo había establecido expresamente como condición. A pesar de ello, subrepticiamente se lo quitó, lo que constituyó un atentado contra la libertad sexual de la víctima.

La conversación de WhatsApp no exhibe un tono jocoso o de broma (“ayer te c… mucho tiempo a pura piel… soy limpio y leal”, entre otras expresiones similares). En los mensajes posteriores, el hombre no mencionó en ningún momento que no se había quitado el preservativo. La interpretación amplia del abuso sexual permite incluir otros motivos que impidan el libre consentimiento, como en casos de víctimas paralizadas, inmovilizadas, atadas, dormidas, sorprendidas o engañadas.

En la práctica judicial, se conoce como “stealthing” a la acción de quitarse el preservativo sin el consentimiento de la otra persona durante el acto sexual, algo así como un movimiento silencioso y cuidadoso para no ser visto ni escuchado, y así penetrar a la víctima sin protección, a pesar de que se había pactado lo contrario al inicio de la relación sexual.


Emmanuel Langone es abogado especialista en indemnizaciones y defensas penales. Tiene su estudio en Tucumán 19, Chivilcoy. Contacto 2346-525751