Con la popularización de las criptomonedas en el mundo, cada vez son más las personas que se enfocan en desarrollar alternativas para integrar esta tecnología en el día a día de la población. Gracias a que son activos descentralizados que democratizan el mercado financiero, se ha propuesto que sean utilizados para el pago de salarios.
Aunque es algo que algunas empresas en el mundo estarían haciendo, especialmente aquellas que tercerizan el trabajo o que trabajan en conjunto con autónomos (empleados freelance), lo cierto es que sería una estrategia empresarial que generaría mucha suspicacia en distintos aspectos, desde el empresarial y el laboral, hasta el gubernamental.
Los beneficios
Ya que las criptomonedas democratizan las finanzas, la principal ventaja de un salario en criptomonedas es que cualquier persona puede trabajar y cobrar sin algunas de las limitantes más comunes del mercado laboral. Debido a que no es necesario estar bancarizado, pueden crearse lazos laborales internacionales sin barreras en el pago.
En un mundo donde el trabajo autónomo es cada vez más popular, y donde muchas personas buscan oportunidades laborales en el exterior para escapar de las variables macroeconómicas de sus países, las criptomonedas pueden ser una herramienta ideal para asegurar un buen pago sin grandes requisitos.
Adicionalmente, el pago en criptomonedas es rápido, transparente y con comisiones bajas, brindándole total seguridad y autonomía a los empleados, algo que no ocurre en plataformas como PayPal o similares, donde las comisiones pueden superar el 3% según el monto a transferir.
Las barreras
La principal barrera es que las criptomonedas son vistos como activos de inversión, no como dinero real, lo que crea una serie de problemas en cuanto a los pagos se refiere. Uno de estos puede ser la volatilidad, ya que existe un gran riesgo de que el salario pierda hasta el 30% de su valor en tan solo un par de días.
Si bien es cierto que el valor puede recuperarse, o que existe la posibilidad de que el precio suba significativamente, muchas personas viven de sus pagos mensuales, lo que hace que la volatilidad sea un verdadero riesgo para el manejo de sus finanzas.
Un empleado que no viva en un país con una alta penetración de dispositivos inteligentes e Internet, también tendrá dificultad para realizar transacciones utilizando criptomonedas, ya que existen altas probabilidades de que el comercio no cuente con las herramientas para procesar este tipo de pagos.
¿Qué debe tenerse en cuenta?
Lo primero a recordar es que la mayoría de los tenedores de criptomonedas las utilizan como activos financieros, por lo que su principal beneficio será la generación de valor. Ya sea mediante servicios de compra y venta como los que encontraríamos en Mandala o UpBeat, o a través de plataformas de inversión de derivados como Bitcoin Era, la generación de ingresos sería el atractivo principal.
Buscar “Bitcoin Era Estafa” es una buena idea antes de utilizar el servicio, ya que puede ayudarte a conocer si se trata de un servicio confiable, así como qué piensan los usuarios.
También es importante recordar que las criptomonedas son consideradas como activos no solo por los usuarios, sino también por los gobiernos. Esto quiere decir que los impuestos serán similares a los de otros activos financieros, obligando no solo a pagar más, sino también a cumplir con distintos requisitos adicionales.
Si bien el uso de criptomonedas como método de pago de salarios pueda sonar como algo atractivo, lo cierto es que el gran número de barreras lo hace parecer inviable. Puede ser una novedad interesante tanto para empleados como para empleadores, pero la realidad sería que no es algo escalable o masificable en la actualidad.